lunes, 5 de octubre de 2009

Capítulo 5 [Conocimientos]

Debió haber pasado bastante tiempo, porque cuando abrí los ojos el sol ya había salido y mi abuela estaba en la puerta mirándome. Me incorporé rápidamente y fui a saludarla. Por alguna extraña razón tenia una expresión como de ternura, o complacencia en su rostro. Quizás la mía representase una cierta alegría, pero lo dudo.

Noté que el paquete de galletitas se había volado de donde yo estaba recostada, así que fui a recogerlo. Mientras tanto, mi abuela salió al jardín y se sentó en uno de los sillones de metal. Si hubiese sido por mí, me habría sentado en el césped, me encantaba hacerlo, pero opté por tomar asiento frente suyo.

Se tomó un tiempo algo extenso para observarme, con una rara expresión de felicidad en el rostro. Finalmente me preguntó por mi estado de ánimo. Que extraño que quisiera hablar sobre algo como mi humor y no sobre la hora en la que había despertado o los ruidos que posiblemente haya escuchado en la noche. Dudo mucho que no haya oído nada.

-... Ehm... bien. ¿Por qué tenés esa expresión tan feliz?- Me digné a responder luego de meditar mi respuesta, y tomé el atrevimiento de cuestionar la forma en que me miraba.

-Me hace feliz verte así. Hacía tiempo que no estabas tan animada.- Definitivamente esto ya era extraño. ¿Animada? A mi no me parecía. Si, tenía una cierta alegría interior que era un tanto extraña... Creo que era producto de los recuerdos... Pero de ahí a que mi rostro lo manifestara tan notoriamente... De todas formas la duda y confusión aún me carcomían, así que continué con mis preguntas.

-¿Cómo que animada?- Decidí decirle finalmente

-No estoy por completo segura de saber todo lo que sucedió. Pero sé que es algo bueno. Al menos para ti. Búscalo.

¡¿Que?! Esto era demasiado para mi. ¡¿Acaso mi abuela sabía algo sobre lo que me había ocurrido?! ¿Por qué hablaba como si lo comprendiese? Sabía algo que yo no...

-Abuela, no comprendo.

-Ya lo harás...

-¿¡Qué sabés!? –Estaba desesperándome- Si... ocurrió algo...- No se por qué me detuve ahí. Por alguna razón, me daba un tanto de vergüenza decirlo. Desconozco el motivo, al fin y al cabo, ella era la persona que más me comprendía en estos temas que escapan a las leyes científicas, por así llamarlo, así que no tenía razón como para temer a su respuesta.

-Nunca supe demasiado de ello. Yo también lo presencié, en su momento. Pero me aterró la idea y regresé. No quise saber nada más de eso. Y lo oculté. Al parecer vos no tuviste la misma impresión. Al contrario, casi parece haberte gustado jajaja.- Creo que por un segundo hasta me sonrojé. De pronto, su expresión misteriosa cambió por una mucho mas dulce –Olvida la lógica y busca la fantasía, sabés que es real, no quieras engañarte con razonamientos.- Se levantó con una sonrisa y enfiló de regreso a la casa.

Yo seguía sin comprender demasiado a que se refería, pero ya me había quedado claro que algo sabía. Que sabía a lo que me refería y posiblemente, hasta lo hubiese visto en algún momento de su extensa vida.

Pero, antes de marcharse, se detuvo en mi mano que estaba sobre la mesa, haciendo ruido nerviosamente con las uñas en el vidrio. -¿Cómo? ¿Acaso aun no te percataste? Creí que serías más perspicaz.- Dijo con una sonrisa burlona. Mi expresión de confusión seguramente era genial.

Tomó mi mano, la frenó y me la entregó. La dejó frente a mi cara antes de marcharse. Yo la sostuve inconscientemente allí mientras miraba extrañada cómo mi abuela regresaba a la casa, al tiempo que en mi mente seguían creándose infinitas incógnitas.

Cuando ya se había ido, me percaté de que aun tenía la mano elevada. Enfoqué mí vista en ella y lo que siguió fue increíble: Un delgado lazo color violeta se encontraba atado a mi muñeca.

La sonrisa que se dibujó en mi rostro no tiene explicación.

1 comentario:

  1. actitud sospechosa de la abuela...
    aun no confio en ella a pesar de haber leido los otros capitulos jajaja!

    ResponderEliminar